sábado, 18 de diciembre de 2010

La verdad.

En tiempos de crisis, ya casi nadie habla de amor. Por eso mismo llenáis los bares, buscáis un golpe de efecto, algo de calor. Cada uno busca ser especial, parece que ya no está de moda ser normal. Te diré que eso es un error, ser como eres es realmente la verdadera solución. Por favor, no digáis "te quiero" a alguien que acabáis de conocer. Solo conseguís devaluar el verbo querer. Y eso no, normal que luego vayas de un tristón que tiene cura de corazón. No pidáis milagros al cielo pidiendo un nuevo camino. Yo pensaba lo mismo, y no... ¿Qué pasa? ¿Qué quieres obtener resultados diferentes? Te daré un consejo: Pues deja de hacer lo mismo de siempre. Y sobre todo, nunca olvides a nadie de tu gente.

Yo lo tuve claro. Perdí la chispa al escribir, perdí el tormento y lo cambié por caminos de silencio. Puede que algún día vuelva, pero hasta entonces solo pido para mí y para los míos "sonrisas, amor y fuerza". Un beso de ella, un abrazo de mi familia y un apoyo de un colega, ¿lo demás? Lo demás, amigo, lo demás... solo llega.

sábado, 6 de noviembre de 2010

Y no dejar que el tiempo nos separe.




...21. No voy a contar nada nuevo... Espero que sigas sonriendo a quemarropa a los problemas, céntrate en vivir ahora, este segundo, esta decisión; va rubia, izquierda o derecha, blanco o negro -o quizás gris-, el vaso medio lleno o medio vacío, y no lo de ayer, porque sea lo que sea, para bien o para mal, es imposible cambiarlo. El otro día estuve pensando sobre eso, lo bueno y lo malo que nos llega a pasar, lo bueno tiene que ser recordado para que salga a flote, quizá porque esté muy bien guardado, lo malo siempre está presente, se queda pegado en las paredes del corazón y es dificil quitarlo sin un buen disolvente. Yo desde hace un buen tiempo utilizo whisky con sonrisas, no sé si será muy efectivo, pero a mí me funciona. Nuestra memoria tiene tendencias suicidas, y siempre da mayor fuerza a lo malo que a lo bueno.

Pero sobretodo lo que más ayuda es tener alguna estrella a donde mirar. Yo tengo varias, tú eres una de ellas. Son aquellas que aportan las sonrisas de la mezcla que te he contado, la del whisky. Bueno, realmente el whisky solo es para darle un poco más de emoción, realmente lo que valen son las sonrisas. Las sonrisas de tus estrellas.

No sé si tú ya tendrás alguna, me jugaría el cuello a que sí, pero yo quiero serlo también. No sé como conociéndonos de la forma en que nos conocimos, hemos llegado a esto. Supongo que son de las sorpresas que te da la vida, aquellas que piensas el típico "quién me lo iba a decir a mí hace x años..." y llega ese precioso momento de no acordarte desde hace cuando nos conocemos. Cuando pasa eso, la reacción típica es sonreír y decir "mucho, mucho tiempo". Supongo que es muy bonito llegar a perder la noción del tiempo y seguir unidos.

Por eso estoy aquí, para decirte siempre lo que pienso y no lo que quieres oír. También para sonreír contigo. Compartir lo que te haga feliz. Evitar que explotes entre silencios. Incluso cuando obres mal, y hagas tonterías, o vuelvas a caer en errores. Yo no me voy a ir. Yo fui el primero de los dos en cometerlos y no sería consecuente abandonar por lo que tú no abandonaste.

No sabía muy bien que regalarte por tu cumpleaños, así que mi regalo puede resumirse en "no dejar que el tiempo nos separe". No he encontrado nada mejor, aunque tú mereces mucho más. También puede considerarse un regalo para mí mismo, hacía tiempo que no me sentaba a escribir nada que merezca la pena. No sé si realmente esto la merece, pero la intención sí, merece mucho la pena.

lunes, 27 de septiembre de 2010

Cabecita loca



Mírala, es preciosa. Sobretodo cuando sonríe de esa forma que parece decir "sé que me estás mirando", y tú sabes que ella lo sabe, y aún así te da igual, y la sigues mirando. Menuda cara estarás poniendo, si te vieras... Las gafas de sol no te la disimulan mucho ¿Ves? Se acaba de girar y te ha visto con esa cara de idiota. "Vaya macarra estás hecho, muñeco". Pero sigue sonriendo, tanto tanto que se le achinan los ojos y te enseña los dientes entre esos bonitos labios. Y ahora se acerca, ahí viene. Se acerca tanto tanto que llegas a ver como el color de sus ojos se termina de definir. ¿Son marrones, color miel, verdes? Quizá de todo un poco, pero cuando se pone tan cerca está claro, son verdes, un verde precioso. La has visto tantas veces desde esa distancia que has llegado a memorizar la forma de sus ojos, incluso la forma de mirarte. Ojo izquierdo, ojo derecho, boca, sonríe. Te resulta hasta gracioso pensar "ya verás, ahora me mirará los labios". Acertarás y sonreirás. Incluso puede que consigas robarle algún beso teniéndola tan cerca.
Es increíble. Es increíble ella. Ella y éste sitio. Éste sitio y saber que mañana volveré a estar aquí. Aquí con ella. Y al final te acostumbras a que ella sea la dueña de la primera sonrisa de la mañana. Porque la primera es la más auténtica del día. Y no conformándose de eso, tiene la desfachatez de adueñarse del 90% de las sonrisas del resto del día. ¿Cómo se atreve? ¿Por qué estoy pensando ésto exactamente? ¿Y por qué no puedo dejar de mirarla? Creo que lo sabe. Sabe que te estás haciendo tu propio diálogo contigo mismo en la cabeza y que su presencia bombardea cualquier pensamiento. Sí, mete los codos y se cuela entre ellos, hasta que acabas pensando si ella también contará los segundos de tus sonrisas, como tú haces con ella. 2 minutos. Sí, 2 minutos enteros. Ese es el récord, y cada día intentas superarlo. Es complicado, porque siempre se termina colando algún beso o algún abrazo que hace que se reinicie la cuenta. Pero no importa. No importa ni lo más mínimo.
Es gracioso. Bueno, es gracioso desde mi perspectiva, que sé lo que piensas. En cuanto a lo que haces, realmente no lo entiendo bien, al poco de aparecer ella el caso dejé de llevarlo yo y se traslado dos palmos más abajo de mí, en el corazón. Allí está más cómoda, tiene más espacio y puede decorarlo como ella quiera. Está remodelado, aunque sé que sufrió alguna que otra fisura y el ataque de alguna bola de demolición, pero tiene cimientos muy fuertes y mejores materiales. Además, tendrá mejores vecinos. Aquí a menudo entran temas de trabajo, o asignaturas aburridas de Derecho, y no es bueno mezclar lo pasional con lo profesional. Allí abajo no entran problemas, ni lágrimas, ni personas que no merecen la pena. Son ellos lo que encienden la chimenea, sobretodo ella. Que ya sabe que esa es su casa, y que puede quedarse el tiempo que quiera. De hecho creo que ya la ha decorado como si fuera una casita al lado de alguna playa de la Costa Brava. Fachadas blancas y azules y muchos detalles relacionados con el mar. Debe de ser muy acogedora. Seguro que por las noches sale al balcón con vistas al alma, y cuenta estrellas de cartón antes de dormir.
Madre mía, como deliras cuando te pones. Deja de pensar esas cosas y quita esa cara de bobo. Mira, te ha vuelto a pillar mirándola como un idiota. Se te vuelve a reír. Hay que reconocer que tiene una sonrisa preciosa. Como dice tu padre, no eres tonto eligiendo. Tiene razón.
Y mira que es una pena tener todos esos pensamientos y no darte la gana de escribir algo. Que sí, que sí, que dices que has perdido la chispa, te limitas a decir eso. No debería haber excusa, al menos por ella. Lo sabes. Sabes que ella bien merece que vuelvas a prender esa chispa. Claro que merece que te esfuerces por volverte a encontrar. Porque nunca sabrás el faro de quién puedes ser, o el record de sonrisa que podrás superar.

lunes, 23 de agosto de 2010

Pause


"- ¿Sabes cuáles son esos momentos en los que no te importaría que se parase el tiempo?

- Sí.

- Pues este es uno de ellos."

Y sí, como en el anuncio de Ikea, "no es más rico el que más tiene, sino él que menos necesita". Y gracias a tí, soy multimillonario.


sábado, 21 de agosto de 2010

Fuego camina conmigo



Le dije: "Monta que te llevo al sol".

Me dijo "Qué tontería. Arderás".

Le dije que no pensaba ir de día, y se reía. "Ya verás - le decía- si te fías de éste guía. Dicen que cuando llegas hay un flash" y me creía.

Me daba alas. Parábamos a dar caladas en coordenadas desordenadas. Sentados en el meridiano de Greenwich, dejábamos colgar las piernas, sabiendo que la búsqueda era eterna. Y ya hay muchas paradas a lo largo del camino. Lo importante no es llegar, sino el camino en sí.

Miramos atrás y supimos que... nadie volvería a vernos más.


Kase.O

jueves, 19 de agosto de 2010

Se hace camino al andar.



Hoy iba caminando por la calle entre prisas, y he pasado por delante del local donde se encontraba la antigua papelería a la que siempre entraba de pequeño. Estaba el cartel de "Se traspasa por jubilación". A pesar de que llegaba justo a trabajar, he entrado. Quizá haya sido porque no vuelva a tener oportunidad de entrar en aquel sitio donde mi abuela me compraba chucherías, o ahorraba las cien pesetas que me daban para comprarme los cromos de la Liga 97/98.

Por aquel entonces el negocio lo llevaba una pareja muy simpática de la quinta anterior a mis padres, con dos hijas y un hijo, el pequeño, que me sacaba un lustro. Cuando he entrado me he encontrado al dueño con un par de niñas de no más de dos años, correteando por la tienda, entre muñecos diminutos, palas de playa y balones de plástico, de esos que desgastábamos en los recreos de primaria. Me he imaginado que serían sus nietas, y he sonreído al darme cuenta de como pasa el tiempo, como si lo hiciera de puntillas y sin hacer ruido.

Después, tras preguntarme el hombre qué quería y responderle "nada, sólo echarle un último vistazo a todo esto", me puse a examinar cada parte de la tienda en la que el tiempo parecía que no había cambiado en exceso: Se seguían vendiendo las carpetas de Dragon Ball, había alguna figurita de los antiguos Power Rangers, incluso había alguna mochila con la imagen estampada de algunos de los Pokemon. El resto tenía alguna variante, algún dibujo animado que en la última década se había colado en las televisiones, cromos y tazos de los niños.

Él se había dado cuenta de que era mi parte de niño lo que miraba todo eso. Luego, me acerqué a él y le hpregunté sin saber muy bien como explicarlo, si seguían vendiendo esos caramelos que tenían un líquido rosa dentro que picaba mucho. Cuantísimas veces los había comprado de camino a las clases de la tarde de Conocimiento del Medio en 6º de primaria. Y cuantísimas sonrisas habían nacido de ese sitio en mi infancia.

Quizá todo eso, esa pequeña visita, me ha hecho pensar de nuevo que todos somos amapolas, que no nos damos mucha cuenta del paso del tiempo. Y esque somos el resultado de lo que por entonces empezamos a ser, de las personas que han pasado por nuestra vida, de las que dejamos que se fueran, de las que aún mantenemos como un tesoro.

Como aquella tienda, hay cosas, personas, sentimientos que cumplen un ciclo, y hay que conseguir cerrarlo -como decía Coelho- porque no queda nada más por hacer. Es necesario para abrir otros, para seguir aprendiendo, para seguir avanzando. Debemos acostumbrarnos a no llorar por lo que no merece la pena, no llorar por quién se va de nuestro lado por voluntad propia; y guardarlas y administarlas para aquellos que se van porque el camino se les ha acabado, o para que se conviertan en lágrimas de alegría, de risa, de emoción. Lucha por conseguir lo que te propones, no dejes atajos a medias, un libro a medio terminar, o una amistad de verdad a medio hacer.
Y amar, sin miedo; porque el temor contrae, capta, cierra, oculta, huye y daña. La única verdad es el amor, es todo lo que es bueno para uno mismo, lo único que de verdad se queda grabado. El amor es la energía que abre, que emite, que expande, que revela, que permanece y que cura. El temor se aferra a todo lo que tenemos, el amor lo regala. El temor prohibe, el amor quiere. El temor ataca, el amor alivia. Amor por los tuyos, por tu familia, por ella.

Haz todo lo posible pues para desarrollarte, para enriquecer el alma, para aprender a alejarnos de quien nos muerde el corazón y nos dinamita las ganas. Aprende a degustar el buen whisky, a deleitarte con un buen paisaje, a sentirte lleno sonriendo junto a la mejor compañía, a liberarte de tu jaula, de los miedos que te prohiben ser lo que quieres. No te limites a ser uno más del rebaño porque sea lo más fácil. Y cuando no sepas muy bien por dónde empezar, recuerda que "Y si tratas de ser justo, sólo es justo el corazón. Los demás órganos tratarán de quitarle la razón."

jueves, 12 de agosto de 2010

=)


"No nos acordamos que el tiempo sigue corriendo,
como aquella amapola que ignora seguir creciendo"

sábado, 7 de agosto de 2010

Música para hacer sonreír (I)

Una vez escuché "la música es la libertad de los que de verdad escuchamos". Además, fue en una canción, por lo que cobra un mayor sentido. Hoy por hoy, no podría pasar un día entero sin escuchar una canción, ni de sentir lo que transmiten. Y por transmitir, algunas rememoran, otras entristecen, algunas otras alegran... Pero por encima de todo, lo más importante para mí, más que recordar lo pasado, es la esperanza que transmiten unos acordes hacia el futuro, de lo que todavía nos queda por vivir. E inevitablemente, sonríes.

sábado, 24 de julio de 2010

Me encanta la vida




Todos tenemos momentos de bajón, nos damos de bruces con la monotonía e incluso llegamos a maldecir la vida que llevamos pero, hay que pensar, valorar las cosas, esas que a veces pueden parecer pequeñas pero que son inmensas. Porque pienso que la vida merece la pena…

Y hoy es uno de esos días donde lo veo claro, me he decantado por lo positivo. Amo la vida y sentirme vivo… ¿sentir? Eso es tan importante como respirar, al menos para mí y por eso lo escribo, porque quiero que me entiendas... ¡Es un tipo de mentalidad que ayuda, enserio! Sin gritos de Munch, sí con palabras de amor de Neruda. Palabras desnudas, expuestas, sin miedo a la crítica. ¿Me siento susceptible? NO. Porque habla el corazón y me siento increíble... Libre, en mi propio infinito. En lo inmenso de una mente abierta donde si muero pues resucito. Un luchador nato, si caigo me levanto, no hay otra… Y te hablo con la satisfacción del que lo logra. Es prioritario ser feliz, por supuesto. Sé que hay que sacrificar, también seguir fluyendo, por eso me dejo llevar. Porque estoy viendo que pasa la vida y no la pienso desaprovechar.

Y esque como no voy a estar feliz si estoy de cañas o en la playa. Relajado, sentado en la toalla… mirando el mar y a esas chicas pasar. No lo puedo evitar. Ese cuerpo le alegra a uno la vista…que te voy a contar! Me flipa escuchar música en cualquier parte. Conducir, viajar, ver los partidos con mi padre y de vez en cuando en un garito en pantalla gigante con panchitos, cervezas y celebrando a lo grande. Y quedar con los colegas pa liarla. Salir de marcha, sé que vamos a armarla. Brindar por todo y por nada. Aprender de mi madre, de como hacer una buena tortilla de patata. Poder llevar a mi hermana a la iglesia el día de su boda, y en el futuro disfrutar de mis sobrinos. Seguir disfrutando del basket, de pachanga o compitiendo.

Me encantan esas parrilladas veraniegas con los míos, con los que he crecido. Me encanta coger olas y quedarme tumbado en la arena hasta que amanece. Viendo una lluvia de estrellas o ciego perdido. Y luego llegar a casa y dar gracias porque me siento querido.

Todo eso me da la vida como esa sonrisa en tu cara que alegra mi corazón. Hacer el amor con pasión, desenfreno y locura. Lleno de deseo por ti vestida o desnuda, de pie o encima de la cama.
Hay pocas sensaciones comparables a levantarse al lado de la persona que amas... Me encanta la vida.

jueves, 6 de mayo de 2010


Y esque es increible su forma de… Esa forma que tiene de acercarse a mí
cuando estamos tumbados, de buscar mi brazo con su cabeza, de encontrar
un sitio perfecto en mi pecho para luego girar la cabeza y preguntarme
“¿Molesto?”. Y no, claro que no molesta, de hecho, si tuviera que caer
una bomba atómica, no habría momento mejor que ese para que sucediera.
Porque hombre… sí, que el amor es una mierda, y que no existe, y que es
una tontería como una catedral, que solo es una pantomima sexual y un
esperpento de la realidad… y todo eso que decimos cuando creemos que
alguien nos muerde el corazón; pero cuando encuentras su forma de… Esa
forma de mirarme mientras conduzco, y ella cree que no me doy cuenta, y
su sonrisa cuando se lo recuerdo; te convence de que si realmente existe
un amor complejo entre este mundo de simples, lo que siento por ella
debe ser exactamente eso. Porque ella tiene esa forma… Esa forma de
hacer que no encuentre las palabras para describir que me muero por sus
huesos y que me desarmo con cada beso que me da, esa sensación cada vez
más fuerte de no querer irme nunca de su lado, que es directamente
proporcional a la cantidad de noches que duermo a su lado, de las
mañanas que le despierto con besos en la espalda, y la cantidad de veces
que le digo cada domingo por la mañana la frase “eres un caos, no
tienes remedio”, y lo es, es mi caos, y me encanta, me engancha, y no
quiero que tenga remedio. Solo ella tiene esa forma de… de hacernos
sentir que estamos solos en mitad de las Ramblas de Barcelona, porque
ella… ella… lo tiene todo.




... y esque me encuentro tan bien... que no te lo creerías.

martes, 27 de abril de 2010


¡Qué bien me sienta ese aire de mar! Pero me sienta mucho mejor si estoy con ella.

jueves, 1 de abril de 2010

Ya lo decía Javi Ibarra...

... que es mejor ser un extraño, que uno más del rebaño. Y ahora en tiempos de crisis y caras largas, me apetece ir contracorriente y decir que me encanta sentirme así de feliz. Y a veces - menos de las que me gustaría- necesito escribir y sentirme tan vivo; tan vivo para decir que no hay nada perdido, que todo el equipaje no es imprescindible para caminar, que cada uno es capaz de superar todo lo que se ponga por delante, que si se acercan tiempos de tormenta no hay que hundirse, y aprender a bailar bajo la lluvia, que no hay nada mejor que no tener envidias, que si que es posible encontrar colores entre las aceras, y que joder... la vida no es una mierda tío; la vida es esto, eres tú, el día a día, y eres el protagonista de tu historia. Todo esto lo sé yo, lo saben los míos de aquí abajo y allí arriba, y ahora... ahora lo sabéis vosotros.



Dedicado a la que me enseñó a ver siempre el lado bueno de todas las cosas.

sábado, 20 de marzo de 2010

Meto el penúltimo y nos vamos

Me encanta el baloncesto. Para mí es de esas cosas que las empiezas a echar en falta cuando no las tienes. Desde que empecé a dar los primeros botes a un balón sabía que este deporte y yo no nos ibamos a separar en mucho tiempo, y por ahora así está siendo.
Y no importa cuantas lesiones puedas tener... dan igual esos esguinces de tobillo, esa pequeña luxación de hombro o esas lesiones en los dedos, incluso da igual que tu rodilla te diera un par de avisos de algo grave... porque al final siempre vuelves. Vuelvo porque... bueno, es dificil de explicar, si no has jugado... es tremendamente dificil de explicar... la sensación de volver a botar un balón y notar su tacto, de volver a tirar a canasta -y que te suenen las articulaciones después de tanto tiempo sin hacerlo-, el ruido de las zapatillas en el parquét, el sonido de la red, las pulsaciones altas en un tiro libre, un buen pase, un último dribling... Y cuando te quitan eso... tienes la sensación de que necesitas ver baloncesto, de quedarte hasta las 3 de la madrugada para ver un partido... de buscar partidos épicos por internet...
Y como se dice, todo en la vida sabe mejor si lo compartes con los tuyos, y compartir esta pasión con tus amigos, es de las cosas más gratificantes. Competir juntos, ganar y perder juntos, son algo que te une, te ata muy fuerte. Aprender a depender en parte de tus compañeros, a confiar en ellos, es una lección de la vida que hay que pasar antes o después. Porque el baloncesto es una moneda de dos caras, la sonrisa de cuando disfrutas, cuando te diviertes, cuando compites al límite... y el sudor del esfuerzo, las lágrimas de rabia, y las peores... las de dolor, te acaban uniendo a esto, y eso... eso si que no lo puedo explicar.
¿Cuántas veces habré tirado a canasta en mi vida? ¿10.000?¿100.000?¿o incluso más? Pero da igual, NUNCA habrá un último tiro... y como llevo años diciendo "Meto el penúltimo y nos vamos".

domingo, 21 de febrero de 2010

La chica del vestido rojo


Lo primero de todo, tengo que pedir perdón. Sí, debo una disculpa a alguien, a alguien importante. Hoy me he dado cuenta de que... desde que hace casi un par de años que la conozco, aún no he escrito nada exclusivamente para ella. Y eso debería estar penado con cárcel, o al menos ser pecado capital, porque N es muy grande, demasiado grande para la mayoría de los hombres. Y no me refiero a altura, no... N es mucho más grande que yo, a pesar de que le saco un palmo y dos dedos. N es un bomba, pero no una bomba normal, no es una bomba que quite la vida. N es una bomba repleta de magia, de sonrisas, de cerveza y tequila, ¿puede haber una combinación mejor? Todos hemos sonreído con más o menos regularidad, y se han tomado una pinta de cerveza, y otros nos hemos emborrachado a base de tequilas, pero la magia...

La magia no está hecha para todo el mundo, ese polvito de estrellas sólo se encuentra en un puñado de personas en el mundo, y N es una de ellas. Ella se encarga de enseñar su magia, aunque para mi gusto, menos veces de las que debería. He leído miles de textos, cientos de libros, y no sé como lo hace, pero la sensación que tengo al leer a N es incomparable, y sigue siendo igual de inexplicable como aquella noche de insomnio leyendo blogs de desconocidos (hasta que llegué al suyo, y ahí me quedé durante horas). En parte gracias a N sigo escribiendo, no estoy seguro del todo, pero puede que fuera la primera en saber que en mis ratos solitarios escribía. De lo que si estoy seguro, de que fue la primera en animarme a compartirlo, en confiar en mí.

Y es que, si no os habéis dado cuenta ya, pero N es especial (hasta incluso la forma de conocernos), estoy seguro de que será la primera física que saque un libro de "cómo perder a la chica del vestido rojo" y no poder recuperarla, porque N será la chica, y ya ha encontrado principito para compartir asteroide. N sonríe, sonríe porque es feliz y porque ha encontrado a ÉL (con mayúsculas), a pesar de tener que renunciar a alguna que otra cosa. N sonríe porque yo también he conseguido encontrar a quien tanto buscaba. Y por último, N es importante porque fue la primera habitante de esta pequeña "estrella de cartón".

martes, 16 de febrero de 2010

Luces, estrellas y derivados




Hablando de luces, existen farolas que iluminan las calles más oscuras, soles que animan días tristes, faros que guían a barcos a la deriva y alguna que otra luna que acompaña a unas cuantas estrellas. Y hablando de estrellas, como alguna que contagia a otra, hay vidas que iluminan otras vidas, otras incendian, otras dinamitan y otras que apagan cuando llega el momento de irse, y nunca vuelven a brillar igual. Y hablando de brillar, hay personas que brillan con luz propia, como tú y tu sonrisa, y que cuando encuentras a una en tu camino, sientes que sería imposible apagarse, por muchos martes que pases bajo la lluvia.


viernes, 15 de enero de 2010

Motivational


Querer es poder. Eres capaz de ser el mejor. El trabajo y la constancia son la base del éxito. Confía en tí mismo, todo es posible. Querer es poder. Puedes dar el 100%. Puedes conseguir todo lo que te propongas. Querer es poder. Únicamente tú eres el resultado de tí mismo. Demuestra que vales para esto. Querer es poder. Lucha por ser el primero. 'Fallar' no es un verbo permitido, y 'fracaso' es una palabra prohibida. Ni siquiera tú te puedes imaginar lo alto que puedes llegar. Querer es poder. Rendirse no es una opción. No te conformes con quedarte a mitad de camino, la meta solo está en el final. Querer es poder. Se humilde en el trabajo pero ambicioso en las aspiraciones. La fatiga en el camino es normal, respira y vuelve a andar. Querer es poder. Querer es poder. Querer es poder. Querer es poder. Querer es poder. ¿Quieres? Ya sabes la respuesta.