viernes, 21 de noviembre de 2008

Sonríe, muñeca.





¿Has visto la luna estos últimos días? Me encanta, está amarilla y muy grande. Si te quedas fijamente a ella mirando parece como so se hiciera más grande todavía, como si se acercara poquito a poco a tí. La verdad es que está preciosa.. Aunque si tengo que elegir me gusta más cuando tiene este toque azulado.. ¿te acuerdas? La vimos juntos aquella noche de abril, y no recuerdo si la he vuelto a ver tan bonita, y amí no me suele fallar la memoria, ya lo sabes.

Hoy he vuelto a mirar al cielo y solo he visto media luna llena, será una tontería, pero me he acordado de tí - una vez más-. He sentido que hoy no estabas brillando como siempre lo haces, será una corazonada. Supongo que será por tus sonrisas, es lo que más te hace brillar, ¿sabes?. Si, si.. Con lo tremendamente guapa que estás sonriendo, y lo que cuesta verte una sonrisa en una noche como hoy.. No te puedo ocultar que me encanta poder sacarte una sonrisa, y ser yo y solo yo el único que sabe como lo ha conseguido. Así que aunque no la vea.. sé perfectamente como es: Los ojos se te achinan y te brillan como dos estrellas, arrugas la nariz y los mofletes se te hinchan y sus pecas salen de su escondite. Me encanta, no te voy a mentir... Así que sonríe muñeca, sonríe y brilla, que es una noche cerrada y está todo muy oscuro.

lunes, 17 de noviembre de 2008

Jazz


Yo amo el Jazz. Es la única música con la que me emborracho que es capaz de paliar mis resacas, convertidas en dulces resacas.. Déjame quedarme, reencarnarme en una gota en medio del desierto azul. O conviérteme en aire, en un rayo de sol, en un grano de sal.. Conviérteme en nadie, con tal de que me pueda quedar a escucharte. Solo aquella mujer podría sacarme de este infierno en el que vivo. Encuentro mujeres en las tabernas donde bebo.. Pero a esas horas, solo la compañía de soledad.. Solo quiero Jazz, solo quiero..

sábado, 25 de octubre de 2008

Al llegar el otoño..




Y hoy lo he vuelto a sentir. Si, he vuelto a sentir esa sensación que te recorre la espalda de arriba a bajo, y acaba entrando dentro de tí, calándote en los huesos, presionándote los músculos. Es el frío, el aire helado que te despeina y te sonroja la cara. Me encanta sentir como me intenta machacar y no puede. Si, lo he sentido... ¿y sabes a qué me ha recordado? A la sensación que me recorre el cuerpo cuando te veo sonreír, cuando te veo aparecer por sorpresa, cuando me miras con esos ojos de azul invernal. Aunque no sé muy bien por qué. Esa sensación me recorre la garganta, me quema como si fuera el mejor de los licores, y llega a mi estómago para bombearlo como si fuera uno más de los ventrículos de mi propio corazón - o del tuyo-. Es extraño, pero me encanta más aún que el propio frío en mis huesos..

Hacía meses que el frío no me visitaba, incluso puede que no hubiera aparecido por mi vida desde que entraste tú a ella, ¿y sabes lo qué me ha dicho? Que tiene celos de tí, de que me produzcas esa sensación cálida cuando él intenta helarme hasta la sangre. Le molesta que me hagas sonreír cuando él intenta tapármela.

Al final de todo, me ha pedido que elija, o él, o tú. Si te elegía atí me ha jurado y perjurado que me perseguiría durante todo el largo otoño y todo el largo invierno hasta congelar mis sueños, pero no todos, sino solo aquellos en los que tú estuvieras. Sin embargo, si le elegía a él, me trataría bien durante las dos estaciones más duras del año, y tendría que renunciar a ver tu sonrisa.

Te preguntarás que he elegido.. Supongo que te lo imaginarás, me conoces demasiado. Pero sólo te diré que van a ser seis meses muy largos con el frío como enemigo, y que hoy dormiré alado del fuego, no me apetece que en una noche como hoy te congeles en uno de mis sueños.

viernes, 24 de octubre de 2008

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-¿Volviste a escribir?

-No. Ya no tengo que escribir mis sueños…

-No confundas tus sueños con tus realidades.

-Lo único que confundo es tu sonrisa con la mía.







Lunático, de la más bonita.