sábado, 24 de julio de 2010

Me encanta la vida




Todos tenemos momentos de bajón, nos damos de bruces con la monotonía e incluso llegamos a maldecir la vida que llevamos pero, hay que pensar, valorar las cosas, esas que a veces pueden parecer pequeñas pero que son inmensas. Porque pienso que la vida merece la pena…

Y hoy es uno de esos días donde lo veo claro, me he decantado por lo positivo. Amo la vida y sentirme vivo… ¿sentir? Eso es tan importante como respirar, al menos para mí y por eso lo escribo, porque quiero que me entiendas... ¡Es un tipo de mentalidad que ayuda, enserio! Sin gritos de Munch, sí con palabras de amor de Neruda. Palabras desnudas, expuestas, sin miedo a la crítica. ¿Me siento susceptible? NO. Porque habla el corazón y me siento increíble... Libre, en mi propio infinito. En lo inmenso de una mente abierta donde si muero pues resucito. Un luchador nato, si caigo me levanto, no hay otra… Y te hablo con la satisfacción del que lo logra. Es prioritario ser feliz, por supuesto. Sé que hay que sacrificar, también seguir fluyendo, por eso me dejo llevar. Porque estoy viendo que pasa la vida y no la pienso desaprovechar.

Y esque como no voy a estar feliz si estoy de cañas o en la playa. Relajado, sentado en la toalla… mirando el mar y a esas chicas pasar. No lo puedo evitar. Ese cuerpo le alegra a uno la vista…que te voy a contar! Me flipa escuchar música en cualquier parte. Conducir, viajar, ver los partidos con mi padre y de vez en cuando en un garito en pantalla gigante con panchitos, cervezas y celebrando a lo grande. Y quedar con los colegas pa liarla. Salir de marcha, sé que vamos a armarla. Brindar por todo y por nada. Aprender de mi madre, de como hacer una buena tortilla de patata. Poder llevar a mi hermana a la iglesia el día de su boda, y en el futuro disfrutar de mis sobrinos. Seguir disfrutando del basket, de pachanga o compitiendo.

Me encantan esas parrilladas veraniegas con los míos, con los que he crecido. Me encanta coger olas y quedarme tumbado en la arena hasta que amanece. Viendo una lluvia de estrellas o ciego perdido. Y luego llegar a casa y dar gracias porque me siento querido.

Todo eso me da la vida como esa sonrisa en tu cara que alegra mi corazón. Hacer el amor con pasión, desenfreno y locura. Lleno de deseo por ti vestida o desnuda, de pie o encima de la cama.
Hay pocas sensaciones comparables a levantarse al lado de la persona que amas... Me encanta la vida.