domingo, 29 de noviembre de 2009

Despertar




Hay muchas formas de comenzar el día. Algunos se despiertan peleándose con un pequeño pero repetitivo enemigo, el despertador. Otros remolonean entre las sábanas hasta el punto de tener que desayunar lo más rápido posible porque se les hace tarde para llegar al bus. Unos deciden empezar el día enfadados, y salen a la calle con cara de limón y humor de perros. Afortunadamente otros prefieren sonreír desde el primer salto de la cama, la vida es demasiado corta para estar enfadado. Muchos otros despiertan sin acordarse de lo que han hecho la noche anterior, oliendo a tabaco y a whisky barato. Algunos despiertan solos en camas de dos personas, en cambio otros despiertan dos en camas de uno. Hay gente que despierta sin ninguna llamada en su móvil, en cambio algunos afortunados despiertan y ven que han escrito algo única y exclusivamente para ellos, e inevitablemente sonríen. En lo que respecta a mí, me he empezado a acostumbrar a despertarme con la persona que hace que me encanten los domingos por la mañana.

No hay comentarios: